viernes, diciembre 28

Todo Enero a arroz, Febrero Brasiiiiiiiil

Después de un terrible empacho Navideño -tradicional, que sería la Navidad sin levantarse a vomitar el esófago la noche siguiente- vuelvo a Buenos Aires con dos kilos de más y cero remordimientos.
Tengo planeado REVENTAR el Año Nuevo, donde sea pero a full, en Santa o en BA, pienso festejar con amigos hasta las 10 am. Bloody youth. JAJAJ
Ah, si. Y voy a ahorrar unos morlacos para irme a Brasil a ver a mi amigo Solano en Febrero, no vaya a ser cosa que se termine el mundo y no haya conocido Florianópolis.
ROADTRIP, BABY :D
Jamás de los jamases voy a ser una oficinista gris que marcha como ganadooooooooooooo

sábado, diciembre 22

Arte Cecilievno



Creo que si sigo dibujando por cada hombre que me llega...a los 60 mi casa va a ser un sex shop! JAJAJAJ!

Las nalguitas no están terminadas, tengo que pintarle el fondo de rojo.

martes, diciembre 18

De La Cité Lumière a La Ciudad de La Furia

Menos mal que está el Tango.
Sin él Buenos Aires sería otro boceto de ciudad cosmopolita sin alma... la diferencia la hacen unos acordes de Piazzolla.
Y sí.
Claro que extraño París. De hecho, prendo la tele y están pasando Amélie. Y reconozco los lugares donde se filmó.
Y voy en el bondi y veo por la ventanilla que pasa un taxi de la compañia París.
Y al rato veo una señora generosa en carnes, ceñida dentro de unas calzas fucsia, con el cabello recién teñido de rojo azafranado, que luce orgullosa sus aretes en forma de Tour Eiffel, aretes que se balancean en sus lóbulos y sin piedad me gritan lo lejos que estoy.
Pero Buenos Aires tiene mi Tango, que me hace vibrar como no me hace vibrar nada.
Me trepo a los stilettos rojos de tacos en degradée, tomo un sorbo de agua helada, y me sumerjo en el sopor de la clase de tres horas, en un salón de Las Heras sin aire acondicionado pero con las mejores milongas que puede canturrear un grabador Sony de 40 primaveras.
La verdad es que esta ciudad tiene algo indefinible.
Si no fuera por los árboles, al menos en los barrios más bonitos...no sé que tanto me gustaría.
Pero al Tango le sumo los árboles, y el señor del puesto de diarios que silba aunque se muera de frío y no venda diarios, le sumo la intersección de Callao y Pacheco de Melo, el jardín de la heladería Volta, la torta de ricota, el restaurant Sirop Folie en Recoleta...y, puta madre, creo que Buenos Aires es hermosa a pesar de los piqueteros, el tránsito, y el malhumor del colectivero.

sábado, diciembre 8

Vuelvo al Sur...

Bin oui, de vuelta en BA.
Contrariada.
Dejé una estela de sangre escarlata al huír de París.
No compré un puto souvenir, ni un imán de heladera, una taza, nada.
Me daba mucha bronca hacer el estúpido ritual de turista que se va, porque no me sentí turista ni que me iba.
Anyhow, sé que voy a volver.
Pero más adelante, necesito cerrar varias cositas antes de poder volver a poner un pie en el Qartier Latin sin latir desaforadamente, y lo que realmente quiero es volver a París pero sin bajarme enceguecida en Saint Michel una y otra vez.
Je vais y arriver.